¿Qué decir de las drogas que no sea mojigato o apologético? ¿Las ponemos todas en una misma bolsa y las arrojamos a la pira de libros ardientes de un Munich de bigotín muy PRO o nos dedicamos a los viajes lisérgicos y astrales de los hippies zaparrastrosos de los años ´60? Ni una ni otra opción. La idea es hacer un uso responsable, si se quiere, inspirador. ¡Pero guarda! Muchos artistas de los buenos han creado  bajo su influjo y muchos adictos profesionales y de ocasión no han podido crear ni una pelotita con la pelusa de su ombligo. Las drogas, siempre me ha gustado repetirlo, como el dinero, como el poder, no nos cambian, resaltan lo que realmente somos, disparan nuestras potencialidades las buenas y las que no lo son tanto.

Por eso no cualquiera puede hacerlo con eficacia y glamour. No debe drogarse todo el que pueda, sino todo el que sepa. Por eso 5 discos 5 de gente muy bien drogada, muy en sus cabales. “uhhh, que flash, veo gente muerta”■


 

Bienvenido al hotel – 1993- Heroicos Sobrevivientes. Pertenecientes a la misma época y género que Viejas Locas pero algo más sobreactuados que aquellos los Heroicos son un claro ejemplo de aquellos que sobreviven intermitentemente al consumo y lo dicen. Canciones donde la droga y los excesos siempre están presentes pero sin orgullo. Canciones con el rock a flor de piel y la idea de que esa droga que se consume no salva sino que hunde, porque la vida es dura, no siempre nos quieren y ese dolor debe aplacarse de un modo u otro. La canción “bienvenido al hotel” servirá siempre para drogarse con culpa, en silencio y en noches de lluvia.

 

 

Cure for pain – 1993- Morphine. Poco importa que su cantante se haya muerto en el escenario, poco importa que su sonido a medio camino entre el rock introspectivo, el jazz y el trip aliente a cualquier cosa menos a la vida sana. Lo que importa de este disco en particular de Morphine es el clima generado por la batería el bajo y el saxo sonando, sólo ellos, marcando melodías huidizas, como el éxtasis de las drogas, como el jazz mismo, alejándose, acercándose en cada track para dejar al oyente con la sensación de que algo está por llegar y nunca llega. Tal y como la felicidad que las drogas nos prometen y tanto nos gustan.

 

 

Terraja – 1998- Peyote Asesino. Muchos años antes que el hip-hop más violento, distorsionado y trash calara en los ánimos latinoamericanos estos uruguayos dieron muestras de ser honorables intérpretes de un género tan foráneo. Rimas, una detrás de la otra, no siempre bien logradas pero siempre acertadas en el tono de lo narrado, consiguen incendiar la lengua española antes que gente como Calle 13 o la Mala Rodriguez aprendieran de ellos y los Illya Kuriaki & the valderramas.

 

 

 

Rock Art and the X-Ray style -1999- Joe Strummer & The Mescaleros. Strummer, lider del fundamental The Clash, debe ser considerado el hermano mayor de gente como Mano Negra o Manu Chao. Su forma de entender el rock, el ska y cuanto sonido pulule por ahí no puede ser pensada sin vínculos con lo que ocurre en el mundo. Músico de mestizajes, con los mescaleros no alcanza la potencia de sus bandas anteriores o sus trabajos solistas pues el paso del tiempo ha vuelto sus trabajos clásicos de pura cepa sin embargo la amabilidad de  Forbidden citySandpaper blues o demuestran la potencia de quien ha frecuentado hasta el hartazgo dos de las mejores y más potentes drogas habidas y por haber: la vida y la música (si es que no son la misma cosa).

 

Schumann Piano Concerto op.54, with Sergiu Celibidache and Orchestre National de France. Théâtre de Beaulieau, Lausanne, Switzerland (Live)- 1974– Marta Argerich. Solo alguien, repito, solo alguien que se drogue puede tocar del modo en que esta mujer fascinante y lejana para el resto de los mortales puede hacer. Acaso nunca sepamos de qué manera Schumann pensaba que debía interpretarse sus piezas, acaso no sepamos nunca como las tocó o como fueron recibidas en su momento pero LA MARTA nos ha dicho ya como debe serlo hoy. Su sensibilidad, su delicadeza, el sonido de sus dedos apoyándose en las teclas justifica haber vivido esta edad del mundo. No sabemos si Marta se droga o no, pero lo sospechamos por el gesto sobrehumano de transmitir la música tal y como lo hace.

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