Miércoles 24: Acá estamos, en San Bernardo, con muchísima gente alrededor que va, viene, se acredita, arma instalaciones, fantasea con dormir después de haber viajado toda la noche.

Somos todos docentes y alumnos de los Institutos Superiores de Formación Docente y Técnica de la Provincia que participamos de este programa.

¿De qué se trata? En este marco, la Pedagogía de la Memoria está pensada como el conjunto de prácticas, reflexiones y debates teórico-metodológicos inscriptos en el proceso educativo, que tienen como preocupación central la transmisión de las experiencias pasadas a las nuevas generaciones.

Pensar desde esta pedagogía, implica revisar prácticas de la enseñanza, definir contenidos y sobre todo, un posicionarse diferente del docente, que junto con los alumnos descubre, aprende y revisa cuestiones sobre las que no hay verdades terminantes.

No es ya el docente quien legitima un discurso, sino el que legitima la práctica de generar espacios donde los discursos sean escuchados, compartidos, y transmitidos. Y en ese transmitir andamos.

Desde el Instituto 98 de Chascomús, vinimos con la intención de que los alumnos del Profesorado de Geografía adapten y utilicen como material didáctico, para chicos de 3º año SB, una presentación multimedia generada por alumnos del Polimodal en el año 2004.

En ese momento, los chicos del Instituto Divino Corazón trabajaron con la nominación de espacios públicos en tiempos de dictadura y democracia. Analizaron los casos de Plaza Aramburu, Avda. Campañas al Desierto y Plaza la Barraca. Presentaron las conclusiones en la Banca Abierta del Concejo Deliberante.

El compendio de las investigaciones y las conclusiones fueron armadas en una presentación multimedia muy fresca, aguda y atractiva. En su momento, fue presentada con muchísimo éxito en las jornadas anuales del programa “Jóvenes y Memoria en Chapadmalal”.

Ahora, los chicos del Profesorado, como parte de sus prácticas, van a trabajar con chicos de 3º SB (quince años, para que se ubiquen) el caso de Campañas al Desierto, que es el que quedó con más deudas: se le quitó el nombre, pero sus transversales llevan los nombres de los jefes de la expedición, y de varios caciques.

Jueves 25: Acaba de terminar la mesa en que estaba incluido nuestro proyecto. Fue un éxito. Docentes y alumnos de otros institutos rescatan la necesidad de que los productos finales de tantos proyectos excelentes, sean punto de partida de otros. Si la escolaridad pone un corte necesario a la permanencia de los actores de los proyectos (evidentemente los alumnos egresan y dejan la institución), es bueno armar un sistema de “postas”, en el que el punto de llegada de un proyecto sea el inicio de otros. Y es muy bueno que los docentes, desde su formación, sean protagonistas de este tipo de prácticas áulicas, que tanta falta nos hacen en nuestras aulas.

A la vuelta, una reflexión más serena, y manos a la obra con el nuevo eslabón de la saga de “Dime cómo te llamas, y te diré cuándo te bautizaron”

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