¿Qué cosas vemos o creemos ver en los otros para que se nos tornen peligrosos? ¿Cuál es el límite entre cuidado y paranoia? Para la defensa ¿vale todo? ¿Qué rol cumplen las instituciones en situaciones críticas? “Fase 7”, la recientemente estrenada película de Nicolás Goldbart permite plantear estos y más interrogantes al mismo tiempo que arranca risas y carcajadas. Bien merecida entonces la premiación como Mejor Guión en el Festival de Sitges 2010 y esperemos que le valga una considerable estadía en nuestras salas de cine.

“3 ambientes. Contrafrente y 16 vecinos dispuestos a matarte”

“Fase 7” presenta la historia de un consorcio condenado al encierro tras ser declarado en cuarentena el edificio que habitan al detectarse posibles casos de un virus letal que azota a la población. De allí en más la supervivencia entre cuatro paredes, la ambición, la desconfianza, la paranoia y las alianzas construyen un filme que deleita en grande.

Si la epidemia es real o se relaciona con un maléfico plan de exterminio comienza a sembrar la duda que se refuerza por el alto vuelo fantástico de algunas (varias) de las escenas. Sin embargo, lo que cobra fuerza en el transcurso de la película es el viraje de las relaciones entre los vecinos a medida que transcurre el relato y crecen tanto la escasez de víveres como la rispidez entre los vecinos. Al pulso del “¿vos te crees qué esto es joda, pibe?” con que Horacio Tomaso, el personaje que encarna Yayo Gurido armado hasta los dientes interpela en varias oportunidades a Coco (Daniel Hendler)

Una historia con mucho ingenio, bien construida y un elenco notable junto con una producción que ayuda (y mucho). Una historia que supo inspirarse en la “realidad” para aportar a la comedia nacional, esa que genera la doble satisfacción de divertir y sabe instalar el (sano) cuestionamiento. ¿La situación es tal o así nos la venden y así la compramos? No muy lejano a lo que nos sucede a diario frente a la pantalla chica y sus narraciones de los crecientes casos de inseguridad.

¿Qué del Otro es peligroso?

 El filósofo y psicoanalista Slavoj Zizek plantea (entre muchas otras cosas sumamente lúcidas) lo interesante del Otro cuya diferencia es casi imperceptible, pero más aterradora. Pareciera ser esa sensación en muchos casos el disparador, esa suerte de puntapié inicial generador del temor, el terror y la violencia, muchas veces “justificada” como defensa. “Fase 7” ilustra bastante al respecto, simples vecinos, pares que comienzan primero a mirarse de reojo, luego como a través de una lente empañada para entrar, finalmente, en la lógica del “vale todo”.

 Visto así, y sin pretensión de reducir el filme a una mera ilustración de lo que acontece en el plano de “lo real”, no parece distar mucho de ese miedo que nos hace cruzar de vereda porque el que viene caminando en dirección contraria resulta “sospechoso”; y lamentablemente “cruzar de vereda” es tan solo un ejemplo naif si tenemos en cuenta los nefastos discursos que llegan desde diferentes esferas pidiendo mano dura y pasando por alto la complejidad que debiera implicar (si se hiciera con verdadera seriedad) el tratamiento de la seguridad de los ciudadanos de una nación, entendiendo que el término vale para todos los habitantes del suelo nacional y que debiera suponer erradicar síntomas como marginación y exclusión.

 ¿Quién nos cuida?

Otra semilla interesante que deja caer “Fase 7” es el rol de las instituciones, limitado allí a esconder a los posiblemente infectados tras un nylon, informarles que deberán permanecer en cuarentena y enviar un médico (Gonzalo Urtizberea) que parece la personificación de la propia parca con un montón de folletos explicativos acerca del virus en sus manos. Los paralelismos con el tópico inseguridad aquí y ahora se los dejo a ustedes. Estimados lectores, a gusto y piacere.

Pero… si nos sentimos descuidados por quienes tienen el deber de protegernos o si de hecho resultamos desprotegidos y hasta arrojados al caos que no tarda en instalarse en situaciones críticas, el afán de defensa ¿justifica la barbarie? ¿En quién confiamos ante la sensación de indefensión? En la película muy gracioso, en la cotidianeidad… peligroso cuando menos■

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