El mundo es básicamente un lugar inseguro. De eso, pues, se trata la vida una vez que nos expulsan del vientre, de estar a la intemperie, a merced de otros más fuertes o más inescrupulosos que uno mismo. Por eso, lo débiles fundamos una y otra vez la ley, para que esa inseguridad no nos impida hacer la digestión, criar hijos y tener sueños bonitos. Pero por lo general no funciona con esa sencillez. ¿Cómo se hace para que el fuerte cumpla con la ley? ¿Cómo se hace para que el débil no tome el ejemplo del fuerte y crea en esa palabra escrita que sin la voluntad de los hombres es pura tinta?

Ni todas las balas del mundo, ni todas las cárceles, ni siquiera la amenaza de las ejecuciones más aberrantes bastan para que un hombre deje de desear para sí una vida mejor. El que roba un mendrugo de pan, el que mata para comprar paco, el corrupto que se queda con los fondos de un hospital y el que gestiona el fútbol para todos, quieren para sí una vida mejor. Todos ellos, síntomas de la inseguridad, se defecan en la ley porque la ley no les permite saciar su deseo sin importarles cuán justo es para ellos y para los que los rodean. 

El miedo es el fracaso de la ley. Y nunca es inocente. Las leyes no se cumplen porque uno mismo no las cumple ni se siente en la obligación de hacerlas cumplir. De ser así habría pan para todos, políticas sanitarias para el drogadicto, cárcel para el corrupto y límites para los gestores del circo. Por eso 5 discos 5 para sentirse un poquito más seguros, como estábamos antes, en el seno del dios globular que la discordia rompió■



Cowboys from Hell – 1990- Pantera. Un signo de inseguridad bastante evidente es que suba un tipo al escenario y te mate de tres tiros como le ocurrió mucho tiempo después de este disco a su guitarrista Dimebag Darrell cuando daba un concierto con su banda paralela. No obstante el detalle que dio por terminada la banda, este disco los hizo pasar a la historia como una de las bandas más importantes del Trash y el Groove metal junto con Metallica, Megadeth y Slayers. Con un sonido de una violencia inusitada hasta el momento y con la voz infernal de Philip Anselmo como un instrumento más. Un disco que ha sido utilizado para musicalizar toda forma posible de violencia desde videojuegos, series y  programas de lucha libre. 2 ejemplos «Heresy» y “Cowboys from Hell” para darle duro a la metralla.

 


the tarantino connection -1996- V.A. Pocos cineastas han representado de modo tan fiel la delincuencia en la pantalla. El crimen organizado ha sido para Quentin Tarantino una de sus obsesiones, convirtiéndolo en el más insigne integrante de la generación post-Coppola. Y nadie como él para musicalizar ciertas formas glamorosas con que los malvivientes se mueven por el mundo. Psicodelia, blues, country siempre con ánimos de rescatar del olvido viejos hits que representaron lo salvaje de una época, cuando tocar en una banda y hacer rock & roll (y sus satélites) era pisar terreno inseguro.  “Miserlou” de Dick Dale & The Del-Tones, “Girl, You’ll Be A Woman Soon” de Urge Overkill o “Harvest Moon” de The Bedlam. Y toda una serie de hits que nos recuerdan que la violencia y la inseguridad son algo que debería estar sólo en las buenas películas, esas, sí, las de Tarantino.


 

One Love – 2009 – David Guetta. En ocasiones no queda más que la abstracción y el hedonismo como respuesta a la inseguridad y el miedo por más ¿injustificados? que sean. Ir hacia el centro de la pista de baile y saltar como si el afuera dejara de existir por unas horas y ese acto irresponsable fuera la mejor respuesta a un mundo al que no hay que hacerle el favor de tomarlo en serio. Guetta, acaso el productor y dj del momento, produjo un impresionante disco de baile tomando géneros como el house y el hip hop menos comprometido y agregándole voces de ensueño repitiendo en loop mantras imposibles aptos para cualquier fiesta en la playa. Las participaciones de Kelly Rowland (ex destinity child) en “When Love Takes Over” y Estelle (diva del hip hop británico) en “One love” son los puntos más altos de una gran disco para no escuchar las balas.

 


And The Glass Handed Kites – 2005 – Mew. Si hay algo que rescatar del emoPop (antes llamado con más fortuna shoegazin) es que dentro de sus clichés rescata con cierta precisión la precariedad de los vínculos y el pequeño punto brillante que a veces surge en ellos. Esta banda danesa consigue en este disco reflejar una serie de sensaciones oníricas, desde el bienestar hasta la depresión, desde la inseguridad hasta la euforia pero nunca saliéndose de los carriles del pop/rock. Una banda de tierras lejanas en donde la delincuencia y la pobreza no son un problema acuciante pero en la que las sensaciones de la vida social los llevan a dar a esta obra un clima de época en la que se trata sobre el fin del mundo y la odisea del ser humano en él. Una obra sobre la inseguridad existencial.


 

Un millón de euros – 2006 – Él mató a un policía motorizado. ¿Se puede hablar de inseguridad teniendo en vista una banda con este nombre? Claro que sí, porque pocas agrupaciones en la escena actual del rock nacional se animan a experimentar con un sonido foráneo, a traducir con la ¿idiosincrasia nacional? el sonido de otras factorías musicales del mundo para lograr un sonido british punk/pop que rememora en algunos momentos bandas como Jesus & mary chain y Manic street preachers pero con un clima no explícitamente argento en su poética. No son unos asesinos del rock, no son la violencia en el walkman pero por su originalidad merecen que se les preste atención masiva porque en disco pequeño e indie alcanzan una belleza calma que disipa cualquier incertidumbre que la realidad nacional no nos brinda, esa, la de la televisión y de los barrios duros.



 

 

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