Cachetada, baldazo de agua fría, ojos abiertos, estupefacción. Así te deja Mujeres Creando (MC). Decir qué son es difícil. Dar una definición cerrada y prolija, todavía más: ellas son abiertas y libres. Mejor entonces sumar las Y. MC es un movimiento social. Y artístico. Y feminista. Y boliviano. MC son Mujeres. Y putas. Y madres. Y cholas. Y lesbianas. Y más.

Acomodando ideas

Difíciles de definir, pero al menos puede establecerse una fecha y tres caras: 1993. María Galindo, Julieta Paredes y Mónica Mendoza. Las pioneras de un movimiento que sumaría a muchas. Hace dos décadas, estas mujeres aterrizaron en las calles de un barrio pobre y graffitearon: “No quiero ser reina, no quiero ser magnífica, quiero ser libre y plebeya”. Fue un primer grito, su hacerse oír en un país fuertemente patriarcal y tradicionalista. Y fue un escándalo, claro. MC salió a la calle. Y salió a graffitear. Y salió a rebelarse. Todo mal.

¿Por qué el grafiti? Porque es una herramienta artística tradicionalmente masculina. ¿Por qué la calle? Porque ahí es donde pasa todo. Su ocupación de las calles es clave, para ellas, es el principal espacio social y político, el mundo del afuera que permite interpelar directamente a la sociedad.

MC ha hecho múltiples intervenciones tanto en Bolivia como en distintas partes de América y de Europa. Ellas hacen grafitis que denuncian. E interpretaciones que exponen cuerpos. Y radio que se inserta en la comunidad. Y periódico que expone sus ideas. Sí, su accionar es político y artístico. MC es multifacético y ha transformado la escena militante latinoamericana. Actualmente, es uno de los principales movimientos feministas del continente. Se reúnen en “La virgen de los Deseos”, lugar de encuentro que no es centro cultural ni sede de partido ni ONG ni institución social. Es el lugar donde se juntan y conspiran para generar su pensamiento y acción.

“Pensar es altamente femenino”

Si bien Evo Morales encabeza uno de los varios gobiernos progresistas de nuestra región, en lo que refiere al feminismo boliviano la historia no va tan bien. Machista no es solo el blanco, también lo es el originario, y no es solo el hombre, también lo es la mujer. El problema es que MC va a la raíz, y en Bolivia las raíces están muy hundidas. Así, ellas son antinstitucionales y antigobierno. “No saldrá Eva de la cultura de Evo”, graffitearon por ahí. Y claro, todo esto tiene sus consecuencias. En 1998 Julieta Paredes fue arrestada cuando pintaba la frase del subtítulo: “Pensar es altamente femenino”, y en el 2002 detuvieron a varias integrantes por filmar el video-documental Mama no me lo dijo, donde dos mujeres en trajes tradicionales se besaban.

Y es que sí, su accionar incomoda. Sus interpretaciones interpelan: en una de ellas, María Galindo da un discurso político mientras se baña en pintura roja; en otra, decenas de mujeres caminan cargando cruces de madera y en otra, varias pintan los pitos de modelos masculinos en la plaza de La Paz y le escriben: “Un pene, cualquier pene, es siempre una miniatura”. Además, las MC sacaron libros como Ninguna mujer nace para puta, y publicaron una Constitución feminista. MC, a través de sus publicaciones y de su radio, busca denunciar las distintas formas de violencia cotidiana y poner de manifiesto cómo la prostitución es una institución política y cómo el patriarcado une a colonizador y colonizado. Y más.

Cachetada, baldazo de agua fría, ojos abiertos, estupefacción. Así te deja Mujeres Creando■

 

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