Elogio a la mediocridad

El miedo y la incertidumbre no se manifiestan de una manera tan lúcida como cuando se intenta cuestionar el porqué de nuestros actos; aunque esto sería irrelevante, sino fuera porque determinan nuestras ambiciones y deseos1. Preferimos proclamar una obediencia a ciegas y colocar en un pedestal el temor a equivocarnos, nos convertimos en una autentica profecía literaria que reivindica al Premio Nobel de Literatura José Saramago, cuando culmina su libro Ensayo sobre la ceguera —somos ciegos que ven. Ciegos que, viendo, no ven—, este fragmento sería la extremaunción de quienes certifican en la obediencia su condena a la sumisión en

Obligación mística: la leyenda de la ley

Paradójicamente esta nota fue una de las más desobligadas, desobedientes y, ¿libres?, de las últimas emisiones de Andén; al menos así me engaño. La nota misma ha funcionado −hacia dentro de ella y hacia mí− como un leve experimento sobre la obligatoriedad en general y, en particular, sobre la obligatoriedad de escribir o de “hacer” algo de determinado modo. Siguiendo con el sinceramiento, queridos lectores, la nota (y el Andén todo) estaba programado, debía salir en octubre pasado, noviembre a más tardar. Y aquí estamos, la redacción de esta nota aún no sabe si ella misma verá la luz. El

Obedientes en el amor

De qué nos enamoramos las mujeres? ¿Qué amamos? ¿Cómo amamos? Un día hace no tanto, mientras limpiaba mi casa, me empecé a preguntar cuál era el sentido de todo, de la vida, de mi vida. ¿Para qué estaba en este mundo? Casi sin saber por qué, la primera respuesta que vino a mí, fue que el sentido era el amor y que, tal vez, mi papel en este mundo era cuidar de otros. Lo raro es que esto no solo no me dio tranquilidad, sino que me generó un insomnio y una angustia que duró todo septiembre. Entonces, eso que

Obediencias que dan salud

n estos tiempos de pandemia, la ansiedad por encontrar un remedio o una vacuna que dé fin a esta crisis mundial es inevitable. Hay quienes dicen que se pondrían lo que sea que ande por ahí, y otros que desconfían y ven todo con ojos de conspiración. Hay también quienes han muerto por tomar el líquido para limpiar la pecera, solo por tener un nombre similar a uno de los medicamentos en estudios como posible tratamiento para el COVID-19. Por eso, hoy más que nunca, es interesante discutir la importancia del correcto desarrollo de los ensayos clínicos antes de la

Cuerpos colonizados. Colonialismo y modernidad como sustento de dominación

nte mandatos blancos de cabellos lacios; cuerpos sutiles e imposibles, en revistas de moda; ideales de belleza, que corren en una sola dirección, donde la sensualidad es representada con rasgos fáciles y respingados. Identidades hegemónicas venidas en barco. Ante semejante opresión, la alternativa entre obediencia y desobediencia es clave. Este texto elige la desobediencia, elige pensar nuestra constitución de mujer latina, indigenista y plurinacional, e intenta derribar la mirada eurocéntrica constitutiva de nuestras corporalidades. Constituirnos mujeres En el devenir mujer, se entrecruzan una multiplicidad de factores que los feminismos deben tener en cuenta. No todas las mujeres somos constructos sociales

Fromm: obediencia a la Ley del amor como potencia del Ser

n el presente artículo, intentaremos abordar la espinosa cuestión de la obediencia humana desde el punto de vista de la intrínseca disposición de fuerzas que obran en el sujeto humano –la vida y la muerte, la potencialidad y la depresión, la biofilia y la necrofilia, Eros y Tánatos–. Y, para ello, trabajaremos con siete de los libros de Erich Fromm, psicoanalista y filósofo del siglo XX. En una época pandémica, donde todas las contradicciones y simultaneidades socio-tecnológicas parecen comprimirse a fuerza de una reclusión hogareña –en el mejor de los casos–, los grandes temas humanos, como la salud, la vida,

Hacete amigo del juez

regunto ante la perspectiva de escribir acerca de las obediencias por los mandatos no escritos de nuestra sociedad, los imperativos tácitos, específicamente, el imperativo de la amistad. ¿Existe tal cosa? ¿Es la amistad una forma de realización semejante a la que impera en, por ejemplo, el amor romántico? La comparación me sugiere pensar los lugares donde la amistad está explícitamente tematizada en nuestro mundo y ver si allí, en efecto, se nos insta a hacer amigxs con posibilidad de algún tipo de represalia si llegáramos a fallar en un propósito semejante. Amigxs hay desde hace mucho y desde entonces son

Sobre las deudas con uno mismo

a deuda (del latín debĭta, «lo que se debe a alguien») se refiere principalmente a un compromiso. La mayoría de las veces la entendemos como un compromiso que tomamos a futuro con otra persona para pagar o cumplir con algo. Muchas veces es dinero, muchas algún táper o un libro de esos que en realidad la mayoría no devolvemos. El tema son los plazos en mi caso. Por eso me empecé a preguntar sobre las deudas con uno mismo y en cómo organizamos aquello con lo que ya nos comprometimos y debemos hacer. Me debés el informe. Me debés el artículo. Nos

Deuda

Deuda”, del latín debita (siempre plural), plural del neutro debitum. ¿Cuándo comenzó a hablar el latín?, ¿viniendo de qué / en qué lengua?, ¿qué lenguas hablan en él y en las lenguas romances y “occidentales”? Deuda compone y dice en su raíz de-habere: des-tener, des-haber, es la corrosión del tener, su roimiento, su ruina, su desobra, el reverso de lo que hay, el gesto en vacío del dar, ese hueco que es imposible de tomar, de asir, de capturar, ese hueco que abre todo recibir, sin intercambio alguno, todo él deshecho y nunca, sin embargo, desechado. “Estar en deuda” es

De la modernidad como deuda. Divagaciones al calor de la pandemia

i bien ya muchos lo sospechábamos, fue necesaria una emergencia global para convencernos: el sistema hegemónico mundial es incapaz de garantizar la vida. Hoy es inevitable ver que el capitalismo y la democracia, el mercado y el Estado, y las formas jerarquizadas de la diferencia (racismo, machismo y clasismo) tienen una deuda insaldable con la humanidad y con la vida misma. Sobre deudas históricas Desde sus orígenes, la modernidad hegemónica se ha empeñado en consolidar un sistema mundial que establezca y reproduzca una única forma de imaginar la realidad, de diseñarla y de construirla. Para ello, tres maniobras iniciales fueron