V de Vegano – Andén 75

¿Utopía? Utopía es viajar sentado en el Ferrocarril Sarmiento a las 7 de la matina. ¿Poder? Poder es saber por dónde caminar para que no te afanen cuando visitas la frontera entre Hurlimgam y San Miguel. Todas cosas que Gustavo Guevara, baqueano de las utopías cotidianas conoce bien y sabe mostrar gracias a su poderoso trazo de adamantium (no, faso no, trazo. Lea bien).

Las papas noisette del pensamiento – Editorial 71

Luego de un largo viaje, llegamos por fin a un nuevo ANDÉN, hambrientos de saberes. A esta altura es evidente que los caminos conducen el andar, por más prevenidos que los enfrentemos. Mucho más si uno transita por vías, donde la posibilidad de improvisación y la libertad de tránsito son trazadas antes de partir. Así, se inició la propuesta temática de este número rondando una necesidad básica de todo ser vivo: la alimentación. Y de a poco fuimos descubriendo en este aspecto de nuestras vidas, que bien puede tomarse como algo colateral –cuya simple y rápida satisfacción nos permite continuar nuestras importantes actividades–, bien puede también, si le prestamos la suficiente atención, modificar y condicionar nuestros propios hábitos de vida.

El Pan cotidiano – Andén 71

Hablar de alimentación, de comer, es hablar casi de su sinónimo: el pan. Y hablar del pan es hablar de la cotidianeidad, de todos los días. La experiencia del pan no hace distinción de condición social o lugar geográfico. El pan es un elemento que acompaña la vida del ser humano y que marca su existencia. Es el pan que se consigue “con el sudor de tu frente” (Gn 3,19) y que por eso es orgullo y satisfacción. Pero a su vez es miedo de no poder alcanzarlo, ya que la ausencia del trabajo quita la expectativa de tenerlo sobre la mesa.

Ra-rancieranas para pensar re-reelecciones – Andén 71

Dsde las perspectivas constitucionalistas a las histórico-políticas, las puertas de ingreso al debate sobre la reforma constitucional son harto variadas. Por lo tanto, las líneas que siguen no intentan enfocar dicho debate desde una perspectiva en particular, ni intentan un collage de posibles visiones, sean especializadas o interrelacionadas. El eje sigue estando marcado por las tesis rancieranas y la posibilidad de pensar, a partir de ellas, uno de los tantos tópicos que nos impone la realidad actual. Sin forzar interpretaciones, pero tratando de nutrir y complejizar una problemática fundamental de los análisis políticos contemporáneos. Con esta intención es que nos interesa analizar en qué medida una reflexión filosófico-política sobre la lógica de la democracia, de sus partes constitutivas, de la conformación de sus sujetos y de sus relaciones de poder puede contribuir al debate, tanto de las reformas constitucionales como el de las re-elecciones presidenciales.

Para no comerse las eses, o de cómo lo primero es lo primero. – Andén 71

«Con hambre no se puede pensar”. La frase, se sabe, está hecha. Más aún: recontrahecha. Tanto que quien intente decir algo más en torno a ella es o un redundante o un malintencionado. Al fin de cuentas, ¿quién podría – con un mínimo de sensatez – cuestionar el sentido de dicha sentencia? No obstante, con menos que un mínimo de sensatez, aquí queremos preguntarnos al respecto: ¿qué es lo que supone esta frase? ¿Qué es lo que produce?