5 discos 5 a puro cuerpito gentil – Andén 76

Cuando pensamos en el cuerpo humano, en su anatomía y en sus dimensiones, reactualizamos esa imagen del hombre de Vitruvio que los siglos han ido tatuando en el lado interno del marote. La pura perfección que inspiró a Da Vinci es una carga pesada para todos los que no tenemos ni la buena fortuna ni la voluntad de querer parecernos al ideal occidental de belleza. Gordos, fumadores, sedentarios. Pies planos, drogadictos, tumorosos. Bulímicos, alcohólicos plenos de diarrea y de ladillas. Así son los cuerpos. Débiles, sufrientes, dados al exceso; porfiados en el goce de lo nocivo a sabiendas, emperrados en que el templo que los dioses nos labraron lleve la marca de nuestro paso por el mundo.