Hay quienes sostienen que la “lucha de los pueblos originarios” abarca mucho, poco aprieta, y –en resumidas cuentas ─ constituye una utopía culturalista.Y quienes no sienten la interpelación de incluir sujetos pluri-multi-culturales en política y por lo tanto reducen las ideas de éstos, y sus propuestas positivas, a utopías.