Empresas triple impacto: cuando el éxito radica en el impacto – Andén 89
Existe un concepto de cambio que no podemos frenar por más que lo queramos. El mundo, en sus aceleradas autopistas, nos invita a una reinvención constante y eso no solo nos afecta a los seres humanos, sino también a las empresas y a su comportamiento con la sociedad. Aquí estamos en 2017, y tal como invita esta edición, la transformación es un concepto que no solo que se ha visto presente en todas las ediciones de los medios y en las personas, sino, por sobre todo, en las empresas.
La revolución tecnológica, ¿y después? – Andén 89
Escribir sobre temas con los cuales uno no está familiarizado es un ejercicio complicado y peligroso. Por eso conviene empezar por compartir la motivación de estas líneas: apuntar algunas preguntas, dudas, sensaciones que pueden habitar en el común de la gente en tiempos de nuevas tecnologías. En todas nuestras conversaciones hay un momento para la tecnología, para la red, para algún invento llamativo, para un video viralizado, todas nuestras conversaciones terminan, comienzan o discurren por el tópico: SERIES.
De la muerte a la vida. Lineamientos generales y caprichosos sobre la transformación de una cosa a la otra – Andén 89
En el ejercicio de mi práctica profesional como psicólogo en un Hospital del conurbano bonaerense, a menudo recibo solicitudes de interconsulta por intentos de suicidio. Estos casos deben ser atendidos por un equipo interdisciplinario, del que formamos parte un psiquiatra, yo y, eventualmente, un trabajador social.
Internet es una cosa – Andén 89
A lo largo de su breve historia, la humanidad siempre se ha acoplado al mundo mediada, material y simbólicamente. La nuestra es una historia de mitos, religión y ciencia, tanto como de piedra, hierro y silicio. En los últimos cincuenta o sesenta años y especialmente a partir de la implementación de la web 2.0 nuestros dispositivos de acoplamiento, digitales y concretos, se encuentran cada vez más conectados entre sí, al tiempo que continúan actuando de mediadores entre nosotros y el mundo (como articuladores), de a poco dejan ver su capacidad para apartarnos de el (para regular nuestro acceso) y eventualmente afectar directamente nuestras posibilidades de subsistencia.
Transformaciones malignas – Andén 89
El termino cáncer se refiere a un grupo de enfermedades caracterizadas por la formación de al menos un tumor maligno. Este tipo de tumor está compuesto por células con cualidades que difieren de la célula normal que les dio origen. Entre estas cualidades se destacan la capacidad de reproducirse a un ritmo acelerado, la inmortalidad y la posibilidad de invadir otros tejidos.
Transducción: la transformación del pensar – Andén 89
En un ejercicio de absoluta irresponsabilidad, de un reduccionismo incluso antipedagógico, podría decirse que los grandes, y por qué no, los únicos temas del pensamiento racional del último siglo han sido el sujeto, el objeto y el tiempo. Para ser más irresponsable aun, podríamos decir que nos hemos interesado en un “algo” (sujeto, objeto, individuo, ser, cosa, etc.) que discurre, que está, que se queda, que deja de estar en un “tiempo” (historia, espacio, memoria, imaginación, lugar, etc.). Estas palabras: sujeto, objeto y tiempo pueden entremezclarse, superponerse, oponerse, unirse, anularse, hasta el infinito (la tinta filosófica aguanta y ha aguantado todo o casi todo).
Impermanencia – Andén 89
Uno de los rasgos que con más frecuencia se relaciona al budismo es el del carácter impermanente de nuestra existencia. En una comprensión simple, podemos decir que el budismo explicita que nada permanece igual. No solo el mundo fenoménico, sino aquello que consideramos el núcleo íntimo de nuestra identidad no es más que un discurrir constante. Nada permanece estable.
El rostro ajeno – Andén 89
En una novela de Kobo Abe, a la cual le robo el título para este ensayo, un cirujano plástico es víctima de un accidente que le deforma la cara y lo obliga a compararse con un hibakusha, un sobreviviente de la bomba atómica que quedó desfigurado de por vida. Esto lo lleva a forjar una máscara tan perfecta y precisa como un rostro humano con el propósito (o excusa) de reconquistar a su esposa, quien lo rechaza por su deformidad. Comienza así la historia de una extraña forma de adulterio que está repleta de reflexiones sobre la identidad porque, por supuesto, la máscara se va a adueñando poco a poco del personaje: “¿Acaso tener un rostro es un requisito tan importante?”, “Podemos sacarnos algunas máscaras, pero no todas”, “Lo que llamamos amor es en realidad el juego de desenmascararnos unos a otros”.
La única constante es cambiar para la constancia – Andén 89
Las transformaciones nos privan de satisfacer nuestro propio instinto de conservación. Podemos reaccionar, pero estamos entonces transformando la realidad. Si toda acción que ejercemos transforma, aunque de manera sutil, el mundo, ¿cómo nos diferenciamos del tiempo, el transformador natural? Una reflexión sobre el lugar que ocupa el ser humano en el curso del universo.
Reflexiones errantes sobre las posibles transformaciones del teatro desde mis distancias – Andén 89
Hace seis años volé de la ciudad de Buenos Aires como muchas personas que se deciden por un cambio... Es en torno a este cambio fuerte de vida y de lugar, donde mi mirada hacia casi todas las cosas se fue transformando. En algunos aspectos, fue de a poco y, en otros, con una rapidez muy singular.
Y, al final, ¿todo sigue igual?: de la primavera al otoño árabe a través de la novelística egipcia – Andén 89
Una de las frases de la novela El gatopardo de Lampedusa enuncia: “Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie”. Puede aplicarse a la euforia de la primavera árabe y su posterior otoño, la resaca tras la fiesta del pueblo que había tenido la esperanza de acabar con los regímenes totalitarios que provocaron pobreza y desempleo. Pero tras la falsa transformación sociopolítica, surgió una genuina en un terreno inesperado: la literatura.
Divino tesoro – Andén 89
Hay algo que ocurre habitualmente en los hondos bajos fondos: nada cambia. O el cambio es a lo sumo, cosmético, como cuando un intendente se peina para inaugurar una y otra vez el mismo asfaltado hecho con la guita de otro. De eso saben Catinga y sus socios, que patearon los muchos conurbanos del país para descubrir que, a lo sumo, solo se cambia de dealer, de novia o de bar, pero nunca nunca nunca de panadería, equipo de fútbol y marca de yerba.