Las Falkland no son dos islas ubicadas geográficamente en el ano congelado del mundo. Las Malvinas no son dos parcelas a todo color que se calcan de un mapa en Abril para que la maestra de turno nos ponga un “muy bien diez felicitado”. Que Malvinas fuera una guerra repleta de muertos es, en todo caso, un hecho anecdótico. Malvinas es una herida narcisista en una sociedad cuya única dignidad bélica terminó en 1816, cuando las oligarquías patrias decidieron que los opresores, ahora, serían ellos.