Cartas, manuscritos, originales mecanografiados, fotografías, cuadernos: ¿cuánto puede un individuo acumular en su vida? ¿Qué uso puede darle la posteridad? En las ciencias sociales, estas fuentes son fundamentales y constituyen parte del patrimonio cultural de una sociedad. En agosto de 2015, el Centro de Documentación e Información de Cultura de Izquierdas (CEDINCI) organizó las primeras Jornadas de reflexión sobre la construcción de archivos para debatir sobre los problemas metodológicos en el trabajo que las disciplinas sociales y humanísticas llevan a cabo a partir de la consulta de archivos. La concientización sobre la conservación del patrimonio, como indica Karina Jannello en la introducción a las actas de las Jornadas, asegura el acceso a la memoria. Y esta misión es un derecho ciudadano que requiere el compromiso del Estado y de diversos actores sociales.