Los cambios en la forma de consumo de productos multimedia; las transformaciones de la experiencia cinematográfica vinculadas con la lógica de la inmediatez y la descarga de contenidos; la desaparición gradual de determinados rituales de proyección de films son algunos de los factores que imponen una serie de preguntas: ¿qué pasa con los cuerpos frente a los nuevos modos de relato? ¿Puede el taggeo del porno constituir una forma de categorización de la intimidad?