Lo pornográfico, lo erótico, lo obsceno: categorías definitorias pero también contingentes, como la mirada. De eso se trata este artículo: frente al porno tradicional, hiperbólico e inverosímil, la mirada femenina se resiste a un conjunto de representaciones que sugieren indiferencia, pasividad y prejuicio ante la construcción ficcional del deseo.