En épocas de video-política no nos queda más que juzgar a la televisión como médium omnipresente entre lo comunitario y lo individual. Nuestra relación con los hechos sociales hace tiempo que dejó de ser de cuerpo presente. Asistimos al foro público colocándonos frente a la pantalla. Desde allí damos o quitamos nuestra aprobación, abonamos la ilusión de participar de un proceso social enjuiciándolo con un mero clic al control remoto.
5 discos 5 para desconfiar de las certezas – Andén 39
Ninguna actividad humana puede jactarse de reproducir lo real sin opacidad alguna. Lo que vemos y lo que comunicamos es un constructo, más o menos consciente, más o menos asumido que incorporamos a fuerza de prueba y error desde que nos paren hasta el chau definitivo.
Bicentenario: Diálogo entre dos siglos – Editorial – Andén 37
¡Pedazo de estación! ¡Monstruoso Andén! Atónito observa el ingenuo espectador las luces de la gran ciudad. El próximo 25 se cumplen 200 años de historia, de historia pequeña. Hay grandes hechos y pequeños hechos. Cumplir doscientos años es un hecho grande e importante. Pero no por ser un hecho importante o grande es, a la vez, historia grande. Y no es que las historias grandes no puedan hacerse en países pequeños. Ni tampoco que los hechos pequeños no hagan a la gran historia…