Encontramos a Domingo Bresci en la estación de trenes de Retiro de la tumultuosa capital de nuestro país. Un lugar bien popular, casi tanto como él y sus ideas. Fue la segunda vez que intentamos conversar con él. La primera, el año pasado, al abordar la temática de religiones y fe, buscando encontrar una alternativa dentro del catolicismo; pero el tiempo nos jugó una mala pasada aquella vez. Hoy nos dio revancha y nos permitió descubrir otro modo de pensar la relación entre religión y pueblo, entre Dios y comunidad, entre fe y praxis; un camino que va de abajo hacia arriba.