No es novedad que el teatro es un territorio siempre en exploración. Allí donde hay cuerpos humanos desplazándose y conviviendo unos juntos a otros lo que se halla es la conformación de un microcosmos inestable, siempre a punto de cristalizarse y hacerse pedazos. La obra Habitación Blanca, de la novel autora Laura Raggio, intenta eso, captar para el espectador un espacio al borde del colapso.