os vínculos entre política y deporte son muchos. Ambas áreas de la actividad humana subliman la violencia: hacemos política para no matarnos, competimos los unos con los otros para simular un estado de guerra, que de ser real acabaría matándonos. En diversas etapas de la historia moderna, ambas dejan de lado la sublimación y se convierten lisa y llanamente en un estado de guerra, ambas apelan al sentimiento, a la identificación con símbolos y rituales y ambas exigen del individuo una entrega total cuando se las ejerce profesionalmente. ¿Palabras y deportes? La literatura ha sido parca en la descripción de