«La Mnemosine de la historia no dispensa su gloria a los ingratos”, esta es la famosa sentencia con la cual Hegel pretendía borrar buena parte del mundo geográfico y de la historia mundial cuando configuró su “Historia Universal”, en las Lecciones sobre filosofía de la Historia Universal. Pero Hegel se equivocó, y la historia conservó y transmitió no sólo todo aquello que Hegel quería borrar, la historia de América, Asia y África, sino también una variada lista de geniales como irrisorias e ingratas sentencias que han sido repetidas y re significadas hasta los días de hoy, constituyendo de manera esencial los distintos sentidos e imaginarios históricos de nuestra sociedad.