Es usual iniciar una entrevista describiendo al personaje y situándolo en un contexto que le confiere importancia para el tema tratado. Claudia Acuña disloca desde el minuto cero este tipo de periodismo y no por faltarle mérito, sino justamente porque en su caso no es la figura lo importante. El diálogo que mantuvo con ANDÉN, entonces, ya no parece el de individuos, sino se asemeja al de colectivos: un diálogo inter-subjetivo, en el que emergen movimientos, situaciones y problemas que exceden cualquier subjetividad, donde el periodismo que practica está más cercano a los bolivianos en el mercado central que a de Fontevecchia y la pauta oficial. En un principio uno puede pensar que eso no es periodismo y mucho menos comunicación. Sin embargo, baste leer algún producto de la editorial Perfil para ver qué cosa no es el periodismo. La disputa se da allí, en el corazón de la prensa; en palabras de Claudia “hoy lo que parece es que el medio no es el mensaje, el mensaje es el mensaje”. El periodismo entonces deja de ser una mercancía, y como todos sabemos que “los maestros del mercado no capitalista son los bolivianos”.