Hace algunos años, un español me preguntó qué significa la “Conquista del desierto” que aparece en el billete de 100 pesos argentinos. Entonces, le conté que había sido una campaña emprendida por el General Roca en el siglo XIX para conquistar la Pampa y la Patagonia argentina asesinando a los indígenas que las habitaban. Él me respondió que por qué nos quejábamos de los españoles si quienes habían hecho eso eran argentinos. Algo de razón tenía. Claro que el hecho de que las distintas campañas para expulsar a los indígenas de sus tierras hayan sido llevadas a cabo por distintos gobiernos argentinos no atenúa lo que hicieron los españoles en América. El periodista Darío Aranda autor del libro Argentina Originaria: Genocidios, saqueos y resistencias, editado por la Cooperativa La Vaca, nos habla de campos de concentración, desaparición de personas, torturas, asesinatos y robo de niños que fueron los métodos que implementó el Estado argentino a fines del siglo XIX y principios del XX durante las distintas campañas militares que llevó a cabo para expulsar a los indígenas de sus tierras.

Este escritor sostienes que en la Argentina nos escandalizamos por la trágica historia que sufrieron los judíos en tiempos de Hitler y constantemente hacemos referencia a la sangrienta dictadura militar que sembró terror, pero ignoramos totalmente lo ocurrido con miles de seres humanos cuyo único delito fue ser indígena.

 El reconocimiento de ese genocidio o etnocidio es el primer paso que deben dar tanto el Estado como la sociedad argentina para que se cumplan los derechos que le son negados a las comunidades aborígenes que viven actualmente en nuestro país, remarca Aranda en diálogo con ANDÉN:

ANDÉN: ¿Porqué del título del libro: Argentina Originaria?

 Darío Aranda (D.A.): El título juega un poco con los orígenes de Argentina, que son muchas veces los orígenes negados. Apuntamos a la verdadera Argentina originaria que tiene directa relación con los pueblos indígenas. Y por otro lado, también con algo de lo femenino, de la mujer como Nación. Una referencia queríamos que fuera especialmente una mujer, por la cuestión de la maternidad, de parir algo nuevo y creemos que Argentina es eso. En cierta forma están representados los orígenes de Argentina con los pueblos indígenas y también en este año del Bicentenario desmitificar ese origen solamente “europeo” que tiene la Argentina y reconocer también el origen indígena.

ANDÉN: ¿Cuántos pueblos originarios hay en Argentina?

D. A.: Actualmente, el Estado reconoce 31 pueblos originarios, pero hay un proceso interesante de los pueblos indígenas en Argentina: hace unos 10 años se reconocían solamente 19 y se daba por desaparecidos a muchos. Actualmente, con la organización y la lucha de las comunidades se logró que se reconozcan 31 pueblos indígenas, y sigue aumentado el reconocimiento. El Estado había dado hace tiempo como desaparecidos a muchos pueblos indígenas, pero comienza a verse que no están desaparecidos sino que hay una cuestión cultural que hace muchas veces se nieguen sus raíces. Sobre esto se está luchando mucho y es muy interesante. Por ejemplo, en Santiago de Estero se creía que no había pueblos indígenas y hoy en día se reconocen muchas comunidades. Así que hoy en día son 31 y el Estado está hablando de unas 600 mil personas.

ANDÉN: ¿Cómo fue el sometimiento de los pueblos indígenas?

 D. A.: Se diezmó a los pueblos indígenas a través de las distintas campañas: una fue la Campaña del Desierto, otra fue la Campaña de Cuyo y otra la Campaña del Desierto Norte o del Desierto Verde que implicó el norte del país.  Quiero aclarar que no soy historiador, no tengo cifras puntillosas pero lo que sí es conocido y se aborda en el libro es que durante las Campañas de Desierto y del Norte existieron campos de concentración, secuestros de personas, torturas. O sea, existieron ciertas prácticas que son las que se implementan en los genocidios como fue el genocidio de la última dictadura militar y el genocidio que sufrió el pueblo judío. Entonces, por esas cuestiones y muchas otras no se entiende que no se reconozca que los pueblos indígenas sufrieron un genocidio. Genocidio no implica necesariamente que haya desaparecidos, pero sí hubo un genocidio y sobre ese genocidio se fundó el Estado argentino.

ANDÉN: ¿Por qué piensa que no se los tiene en cuenta a los pueblos originarios en nuestro país?

 D. A.: Los distintos Estados niegan los orígenes por distintas causas. Por un lado, por una cuestión de clase social, de discriminación, pero también tiene directa relación con que hoy en día los pueblos, ya sea organizados o no, son los que más cuestionan el modelo productivo del país: minero, sojero, petrolero. No sólo en Argentina sino en todos los países de la región los gobiernos progresistas basan sus rentas en muchos de estos recursos primarios y para avanzar sobre esos recursos primarios muchas veces necesitan los territorios indígenas y campesinos. Eso es una contradicción y eso también tiene que ver, me parece a mí, con una cuestión de no querer reconocerlo.

 Los pueblos indígenas hoy se podría decir que corren por izquierda hasta al gobierno más progresista que pueda haber en la región, incluso de Argentina, porque estos basan sus economías en la extracción de recursos naturales, sea minería, monocultivo de soja, de árboles, de petróleo. Y para que los gobiernos avancen en esta explotación necesitan territorio y estos territorios están en manos de pueblos indígenas, los pocos que les quedan, y de familias campesinas. Los pueblos indígenas a diferencia de los asalariados de los sectores urbanos, no aspiran a mejoras económicas como nosotros que por ahí hacemos un paro para tener un poco más de sueldo. Los pueblos indígenas pretenden vivir en su forma de subsistencia y eso choca de lleno con nuestro modelo extractivo como es la soja aquí en Argentina. Entonces los pueblos indígenas cuestionan esto y no solo que cuestionan sino que tienen todo un entramado jurídico que les permite frenar estas industrias. Hay convenios internacionales, hay leyes provinciales y nacionales. El gran problema es que no se cumplen.

 ANDÉN: ¿Qué opina sobre la facilidad con la que se venden tierras a los extranjeros en lugar de reconocerles su territorio a los pueblos originarios?

 D. A.: Es una contradicción más de las tantas que tienen los Estados provinciales y el Estado nacional. Es una injusticia más que sufren los pueblos indígenas. Sobre todo, teniendo en cuenta que los pueblos indígenas tienen legislación que los avala, que los reconoce y lo cual obliga a los Estados a hacerlos propietarios comunitarios de las tierras que ancestralmente ocuparon.

ANDÉN: ¿Cómo ve el avance que está teniendo el proceso boliviano en cuanto a la reivindicación de los pueblos originarios?

 D. A.: No soy un especialista en el tema Bolivia. Me parece un avance para toda la región que por primera vez haya un presidente indígena: Evo Morales. También conozco que tiene sus contradicciones como todo proceso, pero es un proceso muy rico, y ojalá siga gobernando un indígena por mucho tiempo más■

Argentina Originaria de Darío Aranda

Ediciones Cooperativa La Vaca.

Difusión y venta: Romina 15.6228.1334

[email protected]

www.lavaca.org

Darío Aranda (1977) estudió periodismo en la Universidad Nacional de Lomas de Zamora. Desde hace diez años trabaja junto a comunidades campesinas e indígenas. Es colaborador  del diario Página/12.

 

 

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