Este texto es una construcción colectiva. Nace de un encuentro entre maestros y maestras de varios distritos, con distintas funciones dentro de la escuela, pero con la misma inquietud: pensar sobre un hecho que nos involucra y para el cual no hemos sido consultados.

Antes que nada, aclaramos que no estamos en contra de las netbooks por sí mismas. Sería ridículo: no se puede estar en contra de una herramienta, de una cosa inerte. Pero sí nos planteamos muchas dudas sobre su implementación concreta, sobre sus funciones políticas, sociales y simbólicas y especialmente sobre su papel como herramienta pedagógica (que es de lo que alguito sabemos).

A continuación un punteo de nuestras incertidumbres y certezas -más que conclusiones tajantes, surtidores de preguntas- para seguir sembrando la discusión colectiva.

La sugestiva contratación

Por este plan, la Ciudad desembolsará 274 millones de dólares (¡1.120 millones de pesos!) por 178 mil computadoras (para 156.000 alumnos y 16.000 maestros); es decir, a razón de 1.200 dólares por computadora.

Se estiman 185 millones de dólares de sobreprecio (radicado mayormente en las partes “blandas”: software y conectividad), según Ariel Garbarz (en base a contratación previa de la UTN), quien ya hizo una presentación judicial por “malversación de fondos”.

En una licitación con un solo oferente se realizó el contrato con PRIMA S.A., una empresa del Grupo Clarín, con el pago mensual de 4.572.008 dólares (esto figura en el Boletín Oficial 18-03-11).

Ver nota completa en Télam.

Ver también explicación de Garbarz para Miradas al Sur.

Otras notas: Tiempo Argentino; Miradas al Sur I; Miradas al Sur II; Diario Registrado.

¿Se puede entonces separar una “simple herramienta” de quién la da, por qué la da, para qué la da y con qué intención política la ofrece?

¿Se puede hacer como si las computadoras llovieran del cielo?

El proyecto inundación

Llueven las netbooks, inundan las aulas.[1] Como si fuera un tsunami nos alcanza. ¿Las aceptamos alegremente? ¿Nos adaptamos a la imposición? ¿O podemos tomar postura y compartirla, exigir y desenmascarar?

“Proyecto Quinquela” y “Proyecto Sarmiento BA” fueron bautizados los planes de inundación de netbooks. ¿Deberían llamarse “proyectos”? ¿Qué hace falta para que algo sea llamado “proyecto”?

¿Dónde están desarrollados y explícitos los fundamentos, los porqué y para qué indispensables de cualquier cosa que pretenda llamarse “proyecto”? ¿Y la evaluación que las indica necesarias?

¿Será acaso esta una reedición de la llegada de las pizarras digitales “interactivas”?

¿Qué pasó con esas pizarras? ¿Cambiaron la forma de enseñar? ¿Son realmente “interactivas” o son meros y carísimos proyectores? ¿Es culpa de los arcaicos maestros que no cambiaron su “chip” y se resisten a capacitarse?

¿Se evaluó públicamente el “impacto” de esta anterior contratación?

¿Se evaluó detenidamente la incorporación que desde hace años se hace en la escuela de las “nuevas tecnologías”?

¿Qué pasará con las costosas salas de computación, algunas recientemente remodeladas? ¿Perderán algún sentido con las netbooks universales? ¿Acaso más dinero desperdiciado?

Las netbooks… ¿necesidad o necedad?

¿Quién pidió las netbooks? ¿A quién se consultó?

¿Qué grupos de docentes lo venían planteando como una necesidad? ¿Se les pidió opinión y propuesta a los trabajadores del INTEC (los “profes de computación”)? ¿Qué grupo de pedagogos o de “expertos” en educación lo fundamentó como carencia imperiosa? ¿Quién dijo que algo así hacía falta?

¿Qué otras cosas hacen falta en las escuelas y aún no encuentran respuestas?

¿Dónde se deciden las necesidades de las escuelas? ¿Lo puede hacer el actual Ministro, que nunca fue docente, ni estudió sobre Educación?

Ahora bien… ¿es una cosa o la otra?

¿O es algunas cosas antes que las otras?

¿No hay otras cuestiones que se adelantan en la lista de prioridades? ¿Un equipo de orientación por escuela? ¿Un gabinete psicopedagógico, tal vez? ¿Más maestras de apoyo? ¿Un maestro volante por ciclo? ¿Parejas pedagógicas en grados numerosos?

Si hoy hay un “facilitador” informático cada 15 días por cada grado ¿habrá personal suficiente para sostener la demanda que estas modificaciones conlleva? ¿Existirá un facilitador de tiempo completo por escuela? ¿En qué condiciones contractuales ingresarán los nuevos? ¿Serán docentes? ¿Hace falta que lo sean?

¿Funcionan las netbooks con el patio inundado? se preguntan los alumnos de la escuela 8 DE 13.

¿No se rompen si el techo se cae? dicen los de la escuela 12 DE 13.

¿Se pueden canjear las computadoras para comprar el edificio de la escuela en venta? insisten los de la 21 DE 11.

¿Se puede usar el Word con guantes de lana? preguntan algunos niños de las tozudas escuelas sin gas.

¿Están dadas las condiciones de infraestructura en las escuelas para soportar redes tan grandes? se preguntarán los 900 alumnos de la escuela 15 DE 13.

¿Y en las casas de los alumnos?

¿Qué consecuencias ambientales trae el importante crecimiento del consumo eléctrico que esto genera? ¿Hay estudios sobre la incidencia en la salud humana del aumento de las redes inalámbricas? ¿Acaso alguien lo sabe?

Pedagogía 2.0

¿Cuánto ayudan las netbooks a la hora de enseñar y de aprender? ¿Qué potencialidades didácticas, hoy ausentes, tiene este recurso?

¿Por qué una netbook y no una guitarra o un violín? ¿Por qué no una Enciclopedia o un Atlas? ¿Por qué no una linda caja con pinceles y pinturas? ¿Y un juego de química? ¿Por qué no más excursiones gratuitas a cines y teatros? ¿Y espacios verdes en las escuelas grises? ¿Por qué no una plaza de juegos o un patio de deportes en donde hay lugar de sobra?

¿Y por qué no un Blackberry o un MP5, ya que se trata de igualar?

¿Por qué no las entregan también en los Jardines de Infantes, para anticiparse al futuro?

¿Qué pasará con la seño Susana, la seño Mirta, el profe Alberto, que hace 30 años dan clases? ¿Qué pasará por su corazón al comprobar una vez más la distancia al universo digital? ¿Deben tirar a la basura su ingente experiencia didáctica construida? ¿Las seños no saben? ¿El profe no se adapta?

¿Qué dirá la maestra Mirta, que no tiene mail, cuando sus alumnos le pidan usar diariamente las netbooks? ¿Aprenderá Alberto a usar la computadora, por más empeño que le ponga, asistiendo a esporádicos cursos de pocas horas sin lineamientos definidos?

Y si así lo hiciere ¿aprenderá a enseñar con ellas antes de jubilarse?

¿Habrá “libertad de cátedra” para usarlas o no usarlas? ¿Será obligatorio prenderlas diariamente? ¿Semanalmente? ¿Qué pasa si no las encendemos en todo el mes?

Sabemos que hay contadores de encendido y apagado por máquina. ¿Cómo se relaciona esto con el control? ¿Se va a vincular al persistente interés de evaluar externamente a los docentes? ¿Será un estándar futuro para “medir desempeño”?

¿Quién controla el acceso a los contenidos en la red? ¿Nosotros, el Estado, una empresa privada? ¿Quién se entera de los sitios que visitamos? ¿Cómo se relaciona esto con el control, una vez más?

La Noble Igualdad

Si la netbook es “un recurso más” para igualar ¿por qué se hace desde las escuelas? ¿Por qué entonces no se reparten en los CGP?

¿Será tal vez porque se vería como “política clientelar”, el choripán y la coca electoral? Los choripanes son ricos pero ¿resuelven el problema del hambre?

¿Será que usan a la escuela, que la ponen en el medio, para fines más seculares?

¿Por qué ahora, justo a pocos meses de las elecciones? ¿Compromiso con la educación o barniz para disimular el vaciamiento de lo público?

¿El reparto de computadoras es realmente un paso hacia la igualdad? ¿La igualdad pasa por los objetos que se poseen? ¿Por qué se iguala en ese plano antes que en otros?

¿Es lo mismo una “inundación de netbooks” que un paso para “disminuir la brecha digital”?

¿Acceder a la información es acceder al conocimiento? ¿El recurso es el contenido? ¿Es esto por sí mismo un aporte a la alfabetización digital?[2]

¿La netbook es un indispensable bien de uso o un fetiche para honrar en los altares de la sociedad de consumo?

Y finalmente.

Preguntas por el orden de las cosas, por las relaciones entre sujetos y objetos…

¿Los docentes tienen que aproximarse al recurso, buscando personalmente cómo y para qué usarlo, o debería ser al revés: los recursos deben respuestas a necesidades anteriores de quienes los van a usar?

¿Hay que adecuar las personas a las necesidades de un objeto o pensar los objetos adecuadamente para las necesidades de las personas?■

 

{xtypo_feed}Docentes de los distritos 5, 6, 8 11, 14 y 20 en asamblea; Maestros del 13; Docentes de INTEC{/xtypo_feed}

 


[1] Así, textualmente, fue caracterizado el plan por sus ejecutores frente a los docentes de informática durante las primeras “sensibilizaciones” (encuentros que ni ellos se atrevieron a llamar “capacitaciones”): “Hay que inundar de netbooks las escuelas”, sentenciaron.

[2] El informe 2010 de la OCDE (Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo) afirma en base a un estudio sobre 34 países “más computadoras en las escuelas no implica mejores resultados en pruebas estandarizadas”. Hasta ellos lo reconocen…


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