No son nuevos los gestos solidarios con Haití, el país más postergado de Latinoamérica. Sin embargo, hay intereses en juego y un pueblo que se defiende. Una de sus armas es el lenguaje, arena privilegiada de las luchas de clases. Haití representa al continente que debemos defender. Haití sigue siendo la resistencia autóctona frente a los estandartes de Colón.