Existen campos del saber que tradicionalmente se asocian a edades determinadas, decisiones pedagógicas y programáticas que clausuran la posibilidad de enriquecer el conocimiento con miradas nuevas y desprejuiciadas. Sin embargo actores educativos como el Grupo el Pensadero pugnan por acercar a la niñez uno de los saberes humanos más complejos y fecundos: la filosofía.