Reflexionar sobre los movimientos culturales desde una visión de resistencia nos hace optar y tomar posición debido a que estos movimientos ingresan al plano de la política. Ya no podemos seguir viéndolos como pulcros y neutros. Se ensucian con la realidad que los rodea. Ahora bien, si vamos a referirnos a resistir, primero tenemos que ponernos de acuerdo sobre de qué hablamos cuando hablamos de resistencia, quiénes resisten, contra qué se resiste y de qué manera se puede resistir.