Hace un tiempo mi mamá me acercó el dibujo de una casa que hice cuando estaba en jardín de infantes; con el árbol, el perro, el caminito hasta la puerta y una chimenea humeante. En forma lúdica, mi esposa comenzó a buscar esos test que presumen rasgos psicológicos del niño según las características de la casa que dibujó. Resultó curioso ver que los test que encontramos preveían variables psicológicas según la manera de representar cada detalle de la casa, desde la presencia de tejas en el techo, o su falta, hasta la forma del follaje y de las raíces del árbol.