“Una lengua es un dialecto con un ejército y una armada”. La frase es atribuida al lingüista y referente en el estudio del yiddish Max Weinreich. Si bien la autoría es discutida (y de hecho el especialista no la habría pronunciado, sino que supuestamente escuchó la frase en una conferencia por él dictada), es interesante poner en relación una declaración tan lúcida sobre la arbitrariedad de las diferenciaciones y estatus entre lenguas del mundo con el estudio de una lengua minorizada y no directamente relacionada a un estado nacional, como es el yiddish.