El oscuro estado de los trenes genera una gran tristeza, cuando se piensa en lo que eran aquellos trazos ferroviarios que se extendían como venas por el país. El desafortunado destino de las locomotoras tiene su sostén en intereses políticos. Sin culpabilizar, no pondremos la atención en el ayer ni en el hoy, sino en el mañana. Es un llamado a concientizarnos.