Una vez más nos acercarmos a una obra de arte no sólo para “mirarla”, sino también con afán de mirarnos. “Sólo soy un hombre humano” repetirá Fray Cicillo (encarnado por Totó) en Pajaritos y Pajarracos de Pier Paolo Pasolini y nos permitirá preguntarnos si tenemos salvación y de dónde puede esta provenir.
El pecado de la deshumanización – Andén 58
La Teología de la Liberación fue una corriente de pensamiento y acción que, a partir de su reformulación de la manera tradicional de entender la fe y la práctica teológica, acompañó los proyectos revolucionarios de los ´60 s y ´70 s, e inspiró nuevas formas de conceptualizar la realidad latinoamericana, tal como cristalizó en la Filosofía de la Liberación. Resulta entonces fundamental evaluar los aportes que su experiencia puede realizar para transitar los caminos de la descolonialidad.
5 discos 5 para un escolasticismo sin termo tanque – Andén 58
La función de una teología es liberar a los fieles de la opresión de lo cotidiano. Si esclaviza, oprime, pacta o simplemente está ahí como un tótem que recuerda algo que ya no se sabe lo que es, la respuesta es simple: se la cambia por otra más efectiva o se la abandona. Porque una teología es nada más (y nada menos) que un discurso humano sobre algo que está frente a nuestra nariz o a una hipostasis de distancia. Algo tan obvio, si se lo siente, que cualquier explicación enrula inútilmente el rulo de la fe. Algo tan misterioso que cualquier explicación no deja de ser un balbuceo incoherente por muy sofisticada que se la crea.