Injusticia-opresión-corrupción, trinomio que acompaña toda la realidad latinoamericana y de la cual no se puede ocultar quien pretenda escribir o decir una palabra sobre Jesucristo. Realidades que traspasan toda dimensión humana y que claman desde lo más profundo ser iluminadas, trasformadas y redimidas. El clamor de un pueblo que se sumerge en falsas promesas, en mesías pasajeros que no prometen nada nuevo y que siguen ofreciendo espejitos de colores.
La democracia de Allah – Andén 58
El mundo árabe nos muestra una voluntad de cambio en su sistema político. Pero para ello, se impone un análisis de compatibilidad entre lo que se reclama y su forma de vida: la religión.
5 discos 5 para un escolasticismo sin termo tanque – Andén 58
La función de una teología es liberar a los fieles de la opresión de lo cotidiano. Si esclaviza, oprime, pacta o simplemente está ahí como un tótem que recuerda algo que ya no se sabe lo que es, la respuesta es simple: se la cambia por otra más efectiva o se la abandona. Porque una teología es nada más (y nada menos) que un discurso humano sobre algo que está frente a nuestra nariz o a una hipostasis de distancia. Algo tan obvio, si se lo siente, que cualquier explicación enrula inútilmente el rulo de la fe. Algo tan misterioso que cualquier explicación no deja de ser un balbuceo incoherente por muy sofisticada que se la crea.