La tan criticada escuela pública, hija directa de la modernidad, tiene el rostro descascarado, fisuradas las columnas y los cimientos por detonar. Pero, también, tiene algo que aparenta vicio y no es tal. Con su reloj amurallado, ordena el tiempo y el espacio, y así funciona como refugio en nuestros barrios desangelados, un panal de laboriosas abejitas, una guarida contra los ursos de las tinieblas.
Ni el huevo ni la gallina, el poder… ¿Por dónde comenzar una reflexión crítica de la política contemporánea? – Andén 85
Gracias a innumerables reflexiones y estudios sobre los medios masivos de comunicación actuales, sabemos que entre lo producido/mostrado por la televisión y su intento de naturalizarlo como “lo real” hay un trecho enorme, y que cada día se ensancha más. No obstante, la televisión sigue siendo un “termómetro” del imaginario social hegemónico, de lo que impera en el sentido común y uno de los medios más potentes a la hora de performativizar la conducta social, ni que decir de marcar la agenda de las discusiones nacionales (otra vez, hegemónicas).
Dusseleanas. 20 paradas. Una invitación – Andén 85
Este proyecto de notas es una continuación de la propuesta que se llevó adelante en este periódico bajo el título “Las 11 de Rancière”, que intentaban, a partir de un cruce entre filosofía, política y periodismo, desembocar en una reflexión situada sobre acontecimientos, momentos y escenarios políticos contemporáneos de nuestra América Latina.
El espacio teatral – Andén 85
Toda situación dramática (teatral) se produce en un espacio, y la constitución de este se presenta de forma dual, en donde lo imaginario y lo real juegan en un mismo tiempo. Uno no es sin el otro. Supera, como elemento estructurante, el concepto concreto de lugar. Es así que la construcción simbólica se trasforma en la herramienta que le da sentido.
Latinoamericanismo en Japón. Una crónica – Andén 85
La primera vez que fui a “Café Lavandería” fue junto a un famoso economista mexicano que reside en Japón, de quien por razones políticas voy a preservar su identidad. Nos infiltramos por esas callejuelas angostas, pero luminosas del barrio de Shinjuku Ni-chome; pasamos una engrasada casa de ramen, un túnel repleto de paraguas abandonados, caminamos varias cuadras más ante el desinterés propio de las capitales primermundistas como Tokio, hasta que, en una esquina en donde había un bar de lesbianas y un minúsculo puesto de onigiri, llegamos a destino.
Ascenso social – Andén 85
Ca tinga y sus secuaces conocen las intrincadas arquitecturas de la villa, las rancheadas que miles llaman hogar, donde se disfrutan bebidas poderosas y, cuando se puede, choripanes y patys que transforman la escenografía en el mejor de los lugares posibles porque saben, como el Mago de Oz, que no hay lugar como el hogar.