Pasajero de Andén: antes de detenerse a mirar el paisaje por la ventana de esta página, lo invito a informarse de lo que va a ver, no solo el contenido de la misma, sino que de ahora en adelante cada vez que camine por las calles de su barrio.
Parada obligada en la comprensión de la realidad
Pasajero de Andén: antes de detenerse a mirar el paisaje por la ventana de esta página, lo invito a informarse de lo que va a ver, no solo el contenido de la misma, sino que de ahora en adelante cada vez que camine por las calles de su barrio.
Escribo estas líneas mirando el reloj con cierta impaciencia. Todo el tiempo estoy llegando tarde, todo el tiempo tengo que estar yendo hacia otro lugar. Imposible sentarse a escribir. Muchos menos a re-flexionar, a realizar esa acción del pensamiento que implica detenerse y volver sobre las cosas, los acontecimientos, las ideas. Detenerse, para avanzar. No, imposible. Solo hay avance. Las maquinas perforados avanzan en el cerro, el gobierno avanza en sus declaratorias de muerte, la justicia avanza en su persecución de los que estorban. No, imposible detenerse. Y, sin embargo, hay una voluntad que pecha, que tira, que te dice,