Hace un tiempo mi mamá me acercó el dibujo de una casa que hice cuando estaba en jardín de infantes; con el árbol, el perro, el caminito hasta la puerta y una chimenea humeante. En forma lúdica, mi esposa comenzó a buscar esos test que presumen rasgos psicológicos del niño según las características de la casa que dibujó. Resultó curioso ver que los test que encontramos preveían variables psicológicas según la manera de representar cada detalle de la casa, desde la presencia de tejas en el techo, o su falta, hasta la forma del follaje y de las raíces del árbol.
Ascenso social – Andén 85
Ca tinga y sus secuaces conocen las intrincadas arquitecturas de la villa, las rancheadas que miles llaman hogar, donde se disfrutan bebidas poderosas y, cuando se puede, choripanes y patys que transforman la escenografía en el mejor de los lugares posibles porque saben, como el Mago de Oz, que no hay lugar como el hogar.