Los municipios costeros de la zona norte de Buenos Aires sufrieron intensas transformaciones urbanas en la última década. Vicente López y Tigre son los ejemplos más extremos. El primero vinculado a una urbanización a lo Puerto Madero; el Río cotiza, y la costa aparece como un territorio en disputa. El último, al desarrollo de barrios privados y con una fuerte impronta turística.
Un café bajo Camino de Cintura
Siempre viví en Barracas y nunca había pisado la estación Buenos Aires de la línea Belgrano Sur, que parte desde la capital hacia dos destinos diferentes: González Catán o Marinos del Crucero General Belgrano. Esta terminal es un resto anacrónico: basta recorrer algunas calles de Barracas para sentir que la sombra de Prudencio Navarro nos cuida o nos acecha. Al ver una formación detenida, me apresuro a subir casi por inercia. Antes, pregunto: “¿Este va a Mendeville?”, pero mis interlocutores no reconocen el nombre de la estación.
Macho el que leyó y volvió – Andén 78
Y Dios separó la Capital Federal del Conurbano y vio que esto era bueno. Entonces dijo: “No es bueno que el vino esté solo. Hagamos un Guevara a nuestra imagen, según nuestra semejanza; y que le estén sometidos todos los tetras y los lápices y los cines porno del tercer cordón electoral”…Y vio que esto era bueno. Con ese sencillo acto nos legó a un cronista que más que voz tiene un lápiz carrasposo, curtido por el whisky y apedreadas en canchas del ascenso.
De gigantes, fantasmas, hormigas y mosquitos – Exclusivo Web
A los gigantes se los puede vencer con trabajo de hormiga, con estrategia de mosquito y sin tenerles miedo a los inexistentes fantasmas. Hasta en el tradicional Arroz con leche se determina que debe coser y bordar, pero también se reconoce lo importante del “saber abrir la puerta”, hasta ahí nada difícil, “para ir a jugar(se)”.