Sin forzar mucho la mirada histórica, se podrían buscar líneas y trazos que conectaran -o atravesaran- las últimas 3 décadas de democracia en nuestro país. Esas líneas, podrían mostrar problemas que se han prolongado durante estas tres décadas, que si bien han mutado y se han adaptado a las distintas realidades históricas, no han perdido un punto de contacto. Una de esas líneas, o de esos problemas, podría ser la crisis de la dirigencia política.