Pocas personas saben que nuestra canción patria, el Himno Nacional Argentino, sufrió infinidad de modificaciones en el transcurso de casi dos siglos. A fines del siglo XVIII llegó a Buenos Aires, procedente de España, el músico Blas Parera. Radicado en esa ciudad, fue organista en la Catedral Metropolitana y profesor de tradicionales familias porteñas.