Gracias a innumerables reflexiones y estudios sobre los medios masivos de comunicación actuales, sabemos que entre lo producido/mostrado por la televisión y su intento de naturalizarlo como “lo real” hay un trecho enorme, y que cada día se ensancha más. No obstante, la televisión sigue siendo un “termómetro” del imaginario social hegemónico, de lo que impera en el sentido común y uno de los medios más potentes a la hora de performativizar la conducta social, ni que decir de marcar la agenda de las discusiones nacionales (otra vez, hegemónicas).
Dusseleanas. 20 paradas. Una invitación – Andén 85
Este proyecto de notas es una continuación de la propuesta que se llevó adelante en este periódico bajo el título “Las 11 de Rancière”, que intentaban, a partir de un cruce entre filosofía, política y periodismo, desembocar en una reflexión situada sobre acontecimientos, momentos y escenarios políticos contemporáneos de nuestra América Latina.