La pedagogía, cualquiera sea, no lo puede todo. Con ella se pueden transmitir técnicas, narrar experiencias, brindar las herramientas necesarias para conseguir determinados fines pero no pueden despertar pasión y amor por un arte cuando el sujeto por sí mismo no lo siente. ¿Cómo se transmite el conocimiento, entonces, cuando la materia es la transmisión misma de sentimientos, la empatía con un texto, la conexión con el espectador?