¿Quién asume esta deuda?

n mi día 15 de aislamiento por la pandemia mundial que nos asusta y preocupa, pienso que −con suerte− voy por la mitad de tiempo estimado; algunos días son más fáciles que otros, encontrarme sola, en casa y encerrada son tres cosas que en mi vida cotidiana no suceden. Pienso muchas cosas, me reviso y cuestiono, a veces me pongo bastante oscura y, cuando eso pasa, sigo con el libro que tengo empezado, miro algún capítulo de una serie o me pongo a cocinar algo, cocinar hace bien para despejar la mente. Con un grupo de amigues −en el que

Ni un paso atrás

l grado de exigencia social al que estamos supeditadas las mujeres nos pone muy en contacto con la idea de deuda. Que por supuesto no es solo eso, sino además un transitar operativamente la vida con culpa. Entre la sensación de estar incompleta y el rótulo de conformista no hay escalas. Para la triada patriarcal, capitalista y colonialista, siempre pudimos haber sido mejores, pero nos quedamos a medio camino. A la que no le falta, le está sobrando, y la que tiene (para la exigencia del canon) lo justo y necesario llegó pasada de hora o antes de que se