Existe un lugar en Malvinas donde los argentinos que lucharon por la recuperación de ese pedazo de terruño argentino, fueron enterrados. En una de las escasas oportunidades que el gobierno inglés permitió el ingreso de los familiares, padres, hermanos e hijos en conjunto, una madre buscó y buscó incansablemente la tumba de su hijo. No lo encontró, no está… “¿y ahora qué hago? –se preguntó- me vine hasta acá, tanto viaje, tantos escollos, ¿y ahora qué?”, a lo que otro familiar le replicó “podés rezarle a cualquiera, podés dejarle las flores donde te parezca… todos son tu hijo”.