Tras la aprobación de la Convención de Cambio Climático de Naciones Unidas en la Cumbre de Río de Janeiro (1992), se aprobó en 1997, en Japón, el Protocolo de Kyoto como instrumento adicional a la Convención por el cual los países industrializados se comprometen a reducir las emisiones de gas con efecto invernadero en un 5% para el año 2012 tomando como línea de base las emisiones mundiales del año 1990.