El pasado 29 de enero, se cumplieron 150 años del nacimiento del dramaturgo Antón Chéjov. Sus obras se destacan por poseer una escritura realista de la sociedad rusa de su tiempo. Su trabajo se compone de treinta y tres cuentos breves y doce textos dramáticos. Los más reconocidos en el ámbito cultural son: La Gaviota (1896), Tío Vania (1899), Tres hermanas (1901) y El jardín de los cerezos (1904). El crítico teatral Robert Brustein distingue a estos cuatro textos con el nombre de “dramas superiores”. En ellos se destaca la función moral del Arte de Chéjov, que presenta los hechos pero sin la intención de solucionar nada. Las cuatro obras están inspiradas en personajes, lugares y situaciones extraídos, en ocasiones, de sus cuentos breves.