Dicen de nosotras muchas cosas: que somos esto, que no somos aquello, que nos gusta más así, que la pasamos mejor asá. Pero hoy, gracias al feminismo, nos permitimos reflexionar sobre qué nos gusta y qué no. Y al hablar del goce, empezamos a desarmar el modelo de sexualidad patriarcal que nos quiere –literal y metafóricamente– coger sin dejarnos disfrutar.
Cantamos y contamos – Andén 91
Se advierte que la lectura de esta nota puede ser interrumpida por mujeres que pasan cantando.
Somos muchas, un montón. No nos conocemos, con algunas jamás nos vimos y quizás tampoco nos volvamos a ver. Venimos de todos lados. Entre la multitud, está ella. No sabemos quién es. Abre su boca como para empezar un buen beso. Hace un sonidito casi inaudible, casi un suspiro y pronuncia la letra u. Pone la palma de su mano sobre sus labios y los golpea con ella suave y repetidamente.