Fukuyama, desde la derecha neocon, lo tomó de Marx. Y Marx, desde el izquierdismo científico recién fundadito, lo tomó de Hegel; y éste, sin muchas vueltas, de la escatología cristiana, en especial de muchachos como Agustín de Hipona y Juan, el evangelista, que llevaban una larga temporada viendo crecer las flores desde abajo.