Los invito a transportarnos a la inocente etapa de nuestra infancia, a los recuerdos de nuestra maestra inmaculada, a la pureza de la realidad intramuros de la escuela… y especialmente a su más sutil lado oscuro fácilmente ilustrable a partir de otras imágenes y otros discursos que circulaban (y siguen circulando) en el espacio áulico y que conviven con las enunciadas anteriormente.