Esta será una nota sobre mapas, sin mapas. Al menos, sin mapas que otros hayan hecho por nosotros. Juguemos con esos mapas que hemos incorporado a nuestras mentes, y que para nosotros son la verdad. Te propongo que tomes entre tus manos un globo terráqueo, lo coloques a la altura de tus ojos, y lo gires hasta que la Argentina quede en el foco de tu mirada. ¿Qué se ve desde allí?