Recientemente vi El ciudadano ilustre, filme de Duprat y Cohn que retrata tan bien (quizás, sin quererlo) la mutación cultural de un artista. En la película, Daniel Mantovani (con algunos guiños hacia Aira, sin duda alguna) es un escritor argentino que gana el premio Nobel. Hastiado de su vida burguesa en Barcelona, decide salir de ese estado post mortem y aceptar la invitación que le hace la municipalidad de su pueblo Salas, en Buenos Aires, para condecorarlo con la medalla de “ciudadano ilustre”.
5 discos 5 de Frac y con los pies en la palangana – Andén 42
¿Cultura? ¿Culturas? ¿Como sinónimo de civilización? ¿Como el punto más alto de la pretensión artística? Todo eso y más. Y nunca de un lugar sino del mundo. Cultura es Prokofiev y Pablo Lezcano. Cultura es el libro Oscuro como la tumba donde yace mi amigo de Malcom Lowry y El mendigo chupa pijas de Pablo Pérez. Los cuadros de Monet y las fotografías de Joe Peter Whitking. El locro y el caviart, La torá junto a un termotanque.