En tiempos del mp3, la tecnología lo atraviesa todo. La mayoría jamás comprenderemos cabalmente cómo el sonido de un ukulele pasó al gramófono, al disco, al magazine, al cassette, al cd y al ipod (o sus variantes más baratas). Lo cierto es que ese cambio tecnológico transformó para siempre los modos de escuchar música, de comprarla, de hacerla y de consumirla. Los puristas del sonido hi fi dirán, con razón, que el cambio tecnológico ha sido para peor, que el cd suena mal en comparación al vinilo, que el mp3 deja fuera un universo de texturas en pos de un aumento del rango dinámico, del volumen y del fast food musical del celular. Pero también es cierto, gracias a los dioses, que la tecnología ha permitido a muchos hacerse gratis de muchos aspectos culturales que antes de, por ejemplo, internet hubiese sido imposible pagar sin vender antes algún órgano.