Hay formas diversas de entender qué es un tren y qué lo vuelve un elemento distintivo en la experiencia humana. Una de ellas puede ser el abordaje que otras culturas hacen desde su imaginario y los medios que utilizan para representarlo. Esta clave interpretativa posibilita el uso de la animación japonesa como un ejemplo de concepciones y poéticas posibles. Es allí donde el universo creado por el fundamental Leiji Matsumoto despliega toda su fuerza: en una narración en la que un tren intergaláctico sirve como disparador tanto de las historias de un niño que busca perder su humanidad como de las historias de la misteriosa mujer que lo acompaña.