Este ANDÉN se caracteriza por una propuesta y una pregunta. Puede admitirse la convención: venir en un tren y llegar a una propuesta y una pregunta es una cuestión al menos paradójica, cuando no extraña y antinatural. Pero justamente es lo extraño y lo natural (o su antítesis) el destino de tantas hojas y tantos litros y litros de tina –o energía para los contemporáneos-. La cuestión es, entonces, un tema complejo, y cómo encararlo, cuánto más…