Así como se le niegan a Euskal Herria sus derechos históricos, desplomando de un codazo los conceptos de nación, cultura, lengua, autodeterminación y tantos otros que surgen del propio vocabulario del Derecho Internacional; así como se niega su soberanía, su constitución como Estado Independiente, así como se lo despoja de todo cuanto amenace la verdad inventada del Imperio español, así también se le niega la posibilidad de participar del Deporte a nivel Mundial.
Cuán peligroso sería para esta estructura tan endeble que un equipo de atletas Vasco participe de un evento deportivo internacional con su verdadera camiseta, una que en vez de tener el rojo y amarillo como colores ajenos tenga el blanco, el verde y el rojo de su propia bandera la IKURRIÑA.
“La Política y el Deporte”, quién podría pensarlo en estos términos, pues bien, la persecución política e ideológica que el Estado español dirige hacia el colectivo vasco, penetra en estas esferas de esparcimiento, salud, sana competición y expresión de lo nacional, y le niega a tantos jóvenes deportistas la posibilidad de realizarse como jugadores, les niega ese tan grande y desinteresado anhelo, de escuchar el himno de su país y ganar en nombre de su pueblo, y priva también a muchos vascos y vascas de seguir un deporte, alentar a su equipo, emocionarse por sus triunfos y lamentar sus derrotas; porque una vez más lo ajeno no se vuelve propio, porque una vez más lo de ellos no pasa a ser lo nuestro, porque una vez más la fuerza no es el derecho.
Por eso desde Argentina apoyamos a la Selección Vasca y a todos los vascos esparcidos por el mundo, para que sepan que no están solos en este camino: “Oficialtazuna Nahi Dugu, Euskal Selekzioa Bai”■